lunes, 18 de octubre de 2010

" Abuel@s...también tenéis vuestros derechos"

No quería olvidar la ley que protege la relación entre abuelos y nietos, la ley 42/2003 de 21 de Noviembre.

Les dejo el enlace en el cuál se narra los motivos por los cuáles se redacta esta nueva Ley y su importancia a nivel social.

Pueden ustedes imaginar cómo deben sentirse los abuelos que por una cosa u otra deben acuadir a los Tribunales para hacer cumplir la Ley que los ámpara.


Ley del C.c. 42/2003


¡ Qué tiempos aquellos!



Supongo que les hará recordar cuando eran pequeños y veían esta serie y el amor incondicinal del abuelo hacia Heidi.

¡Un tiempo bien empleado!

¿Error o Justicia?

Muchas veces hemos oído o hemos vivido en primera persona como nuestros abuelos no han podido ver a sus nietos por el mero hecho de que haya habido una separación en un matrimonio.

Yo por ejemplo hablo desde mi propia experiencia, cómo mi abuela ha dejado de ver a su nieto por el simple hecho que su hijo se haya separado,a veces por influencia de la madre del niño o por simple comodidad de éste hacia su abuela, cierto es que siempre,desde pequeños tenemos una mejor relación con nuestra familia materna que paterna, ¿Pero realmente es justo hacer sufrir a un mayor por el hecho de querer fastidiar al padre del niño?, desde mi punto de vista NO, puesto que a mi entender esta separación no tan sólo rompe los vínculos del matrimonio si no las del niño hacia su familia.


Yo no he sufrido una separación de mis padres,pero si he crecido sin la parte afectiva de la familia paterna y aunque tengas a la familia materna siempre añoras el tener roce con tus otros familiares y te preguntas ¿Por qué? yo no he hecho nada para que no se preocupen de ti o simplemente cumplan el papel que les ha tocado en la vida.

Artículo Periódico "LA VERDAD"

CARTAS

Reflexión sobre abuelos y nietos

14.04.10 - 00:37 -
 

Existen datos preocupantes del censo en numerosos países sobre el creciente número de menores que han de ser sustentados por sus abuelos: 2,4 millones de venerables ancianos se encargan de la crianza de 4,4 millones de nietos.
 
 
El semanario 'The Economist' informa que un tercio de los abuelos en Estados Unidos, cabeza de familia, no habían terminado la enseñanza secundaria y que el 62% no habían pasado por la universidad.
La Academia Americana de Psiquiatría para Niños y Adolescentes explica las causas: aumento de familias con un solo padre, alta tasa de divorcios, embarazos de adolescentes, incapacitación de los padres por prisión, alcoholismo, consumo de drogas y violencia doméstica.
 
 
Los abuelos juegan en la educación de los nietos un papel muy importante; «ya que sirven como modelos de comportamiento, transmitiéndoles normas, actitudes y valores morales», al tiempo que ellos reciben «la compañía y el amor de sus nietos».

¿ Tecnologia o humanidad?

Os dejo un enlace que me parece muy interesante y que nos hace reflexionar si entre tanta tecnologia estamos perdiendo los viejos juegos con los que se entretenian nuestros mayores,y que a su vez hacían participe a toda la familia y amigos, a diferencia de los juegos actuales en los que la soledad se apropia del propio niño y hace que se sumerja en un mundo en el que se encuentra él y la máquina.

Podemos pensar en el lado positivo y negativo de las nuevas tecnologías, ¿estamos inmersos actualmente en un mundo superficial,dejando de lado lazos afectivos entre nuestros familiares?.

Supongo que os hará pensar.

¿Tecnologia o humanidad?

domingo, 17 de octubre de 2010

El significado de una foto

Esta foto dice mucho de la importancia que tiene para los nietos y abuelos estar cerca, compartir experiencias y pasar momentos entrañables en los que de parte a parte se brindan instantes únicos e irrepetibles, por eso se tendría que fomentar más la relación afectiva-social de abuelos a nietos y aprovechar la disposición positiva que tienen los mayores hacia los más pequeños.

Los abuelos y la educacion de los nietos

Estamos en una cultura muy cruel con los ancianos, por mucho que el neolenguaje creado por los gobernantes huya de la palabra “vejez” para cambiarla por “tercera edad” y del término “viejo” para sustituirlo por “persona mayor”.

Todos sabemos que en una sociedad como la nuestra, en la cual el valor de las personas está en función de su eficacia productiva, aquellos individuos cuyo vigor ya entra en la fase de declive interesan muy poco. Se les considera una carga social inútil y más bien molesta.

Hemos avanzado técnicamente de forma vertiginosa, pero al parecer, no mucho en humanidad. Las sociedades primitivas sabían reconocer el valor de sus mayores mucho mejor que las modernas y posmodernas.

La veteranía era un grado. La sabiduría que otorga la experiencia de una larga vida era considerada de tal valor, que los ancianos, cuando no eran los dirigentes directos de los pueblos, eran al menos respetados consejeros.

A los ancianos se les asignaba también un papel esencial en la educación de los jóvenes. Los primeros esbozos de la “escuela” fueron los grupos de niños y adolescentes que se reunían en torno a los venerables ancianos de los primitivos clanes para recibir de ellos todo tipo de enseñanzas, la sabiduría acumulada por su pueblo.

La curiosidad infantil y el inquieto ardor juvenil se combinaban a la perfección con la serena autoridad de los más viejos, para producir un hecho educativo de altísimo valor para todos. Hoy en día, toda esta riqueza casi se ha perdido por completo. Los abuelos son “utilizados” como meros canguros mientras se valen para ello y, cuando les fallan sus facultades, son apartados de en medio sin contemplaciones.

Enumerar todos los beneficios educativos de una buena relación entre ambas generaciones, sobrepasa con mucho la extensión aceptable de un simple artículo. Resumiré mucho, por tanto. Para empezar, afirmaré que el papel de los padres y de los abuelos, lejos de entorpecerse, se complementan y se necesitan entre sí.

La función y la consiguiente responsabilidad de la crianza y educación de los hijos recae, de hecho y de derecho, sobre los padres. Los abuelos tienen bien ganado el derecho a “descansar” de esa tarea que ya hicieron con sus hijos.

Los abuelos, además, son los “historiadores” de la familia. Quizá comiencen ya a no recordar bien los hechos recientes, pero se acuerdan a la perfección de toda la historia familiar.

Las “batallitas” que con harta frecuencia enervan a sus hijos, son acogidas con insaciable curiosidad por los nietos, ávidos de conocer detalles de sus ancestros y encontrarse inmersos en una larga historia llena de acontecimientos sorprendentes e interesantes personajes desconocidas.

A esta “memoria histórica” hay que añadir la transmisión de los saberes de la experiencia y los contenidos y valores de la tradición cultural familiar, algo que los abuelos saben hacer como nadie.